Trasncripción:
El estrés que se vive en el sector de la salud nos está dejando sin médicos. En promedio, el 45% de los profesionales en salud lo viven y esta métrica va en aumento. Esto genera una sensación de desgaste emocional respecto a su trabajo, falta de apoyo y una percepción de estancamiento, altas expectativas profesionales o la idea de que tanto estudio no tiene sentido.
Además, se han demostrado pérdidas millonarias en las empresas de salud por la situación de su equipo. ¿Cómo podríamos mejorar esta situación de eterna insatisfacción laboral y estrés en todas las actividades del trabajo? ¿Se imaginan ustedes si los médicos se aburren y abandonan? Nos llevaría a una crisis total. Hoy quiero compartirles cómo desde la implementación de modelos de inteligencia artificial podemos cambiar el burnout en nuestros profesionales de áreas de la salud.
Implementar la inteligencia artificial ha traído sus retos y hay tres puntos claves que quiero destacar. Primero está el tema de la personalización, ajustar las herramientas de la inteligencia artificial a las necesidades de cada usuario, en esencial para evitar que se convierta en una carga en lugar de un apoyo. Esto requiere diseñarlas pensando en estilos de trabajo individuales porque cuando no lo hacemos el estrés y la frustración aumentan.
Segundo está la retroalimentación. La inteligencia artificial puede ser una gran aliada al ofrecer información constante que nos ayude a mejorar y alinear nuestro trabajo con los objetivos de la organización. Pero si esto no se da de forma clara y constructiva, solo genera incertidumbre y afecta la satisfacción laboral.
Y tercero, la capacitación. Esto es un gran punto de quiebre. Si no preparamos a las personas para usar estas herramientas, terminan viéndolas como una amenaza, especialmente en áreas sensibles como lo es la medicina.
Es crucial asegurarnos que la IA sea nuestro aliado, no un motivo de estrés adicional o miedo al reemplazo. No hay nada mejor que un asistente personalizado que se adapte a tu ritmo y estilo de trabajo, pero que te sientas bien en tu empleo y al mismo tiempo tengas un rendimiento sobresaliente, cumpliendo con las metas de la clínica o la farmacéutica en la que estás. La clave radica en una implementación estratégica centrada en el ser humano, que priorice la capacitación, la personalización y la retroalimentación continua.
Al adoptar un enfoque holístico, las organizaciones pueden aprovechar el poder de la IA para crear lugares de trabajo más saludables, productivos y resilientes. Pero, como toda herramienta tecnológica, la IA es un arma de doble pilo. Existen algunos riesgos a tener en cuenta si se implementan de manera recurrente en el trabajo.
Entonces, por ejemplo, transformación laboral, automatización de tareas impulsada por la IA podría provocar la transformación de puestos de trabajo para ciertos roles de atención médica. La complejidad y sobrecarga de información, la introducción de nuevas tecnologías de IA puede aumentar la complejidad de la información médica y abrumar los proveedores que no están adecuadamente capacitados. También podría haber pérdidas de habilidades clínicas.
La dependencia excesiva de modelos de IA para el diagnóstico y las recomendaciones de tratamientos podría llevar a una disminución de las habilidades clínicas entre los proveedores. Y, por último, el sesgo y la equidad de los modelos inteligentes pueden perpetuar los sesgos existentes en los datos clínicos, lo que lleva a disparidades en la atención. Finalmente, algo muy temido debido a la influencia de muchas películas es la deshumanización de la atención médica.
La dependencia excesiva de la tecnología podría distanciar a los proveedores de sus pacientes, erosionando la relación entre médico y paciente. Un estudio realizado por la Universidad de Iowa Healthcare investigó el impacto de la inteligencia artificial ambiental en la reducción del burnout y la mejora del bienestar de los profesionales de la salud. Durante cinco semanas, 38 médicos y proveedores utilizaron una herramienta de inteligencia artificial llamada NABLA Copilot para transcribir conversaciones y generar notas clínicas automáticamente, reduciendo la carga administrativa.
Los resultados fueron prometedores. La puntuación media del burnout se redujo de 4.16 a 3.16 y el porcentaje de participantes con altos niveles de burnout disminuyó del 69% al 43%. Además, se observó una mejora significativa en el desgaste interpersonal pasando de 3.6 a 2.5. Aunque la realización profesional solo mostró una ligera mejora, los participantes reportaron un impacto positivo en la interacción con los pacientes, un mejor equilibrio entre la vida laboral y la personal y menos estrés relacionado con la documentación.
Estos resultados sugieren que la inteligencia artificial podría ser clave para aliviar la presión en el personal de la salud, permitiendo un enfoque mucho más humano y eficiente en la atención médica. Sin embargo, el mundo está avanzando. Debemos adaptarnos para evitar que el cambio constante nos genere este temido burnout o por el contrario quedarnos relegados porque la institución decidió no capacitar a su personal.
Un ejemplo claro de esto, un médico pasa horas realizando historias clínicas y muchísimo tiempo más revisándolas o actualizándose según el piso del hospital o el paciente bajo su cuidado. Además, debe leer un montón de exámenes y correos de pacientes. Ya hay evidencia de que, si se apoya con la inteligencia artificial para esta gestión administrativa, no es que aborre tiempo, porque igual debe actualizar y verificar la información, pero la tarea se vuelve muchísimo más amena.
Esto reduce el estrés al momento de poder recibir o entregar un turno. Por ejemplo, la inteligencia artificial tiene el potencial de mejorar la eficiencia de los ensayos clínicos, acelerar el desarrollo de medicamentos y traducir documentos para pacientes de habla no inglesa. Además, puede ayudar a mitigar la escasez de enfermeras, un problema considerado una emergencia global de salud.
Se está impulsando el enfoque colaborativo entre instituciones para compartir conocimientos sobre inteligencia artificial, eliminando las fronteras de la investigación y los idiomas para que las empresas médicas puedan colaborar con su personal gracias a agentes de inteligencia artificial. Es un campo totalmente nuevo para el área médica, donde muchos tendrían un gran potencial de desarrollo investigativo, médico y además clínico, dejando atrás el burnout y pasando a un modo de aprendizaje médico en tiempo continuo. Estamos en los tiempos donde la tecnología y la humanidad se entrelazan para redefinir la atención médica.
Las herramientas de inteligencia artificial no solo aliviarán la carga administrativa que tanto pesa sobre nuestros médicos, sino que también permitirá que ellos vuelvan a centrarse en lo que es verdaderamente importante, el paciente. Cada avance en personalización, cada mejora en la automatización es un paso más hacia un sistema de salud donde el agotamiento y el estrés no definan la vida de nuestros profesionales en la ley. Con inteligencia artificial podemos soñar con un entorno en el que los médicos estén plenamente dedicados a salvar vidas, innovar y marcar la diferencia, sin las cargas que los alejan de su propósito.
Espero que este video te haya sido de muchísimo valor. En Alcángela I queremos mejorar el sistema de salud en todas sus facetas apoyados en tecnología. Déjame saber en los comentarios si te gustaría que habláramos más de este gran tema de salud mental en la industria de la salud.
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