En este episodio de AI Heroes, Laura Velásquez conversa con Carlos Felipe Muñoz sobre los desafíos de adoptar tecnologías emergentes, como la inteligencia artificial, en un sector tradicional y científico como el de la salud. A lo largo de la charla, Carlos comparte sus experiencias personales y profesionales, resaltando la resistencia al cambio tecnológico y el miedo al fracaso, especialmente en países como Colombia. También se exploran las posibilidades que la IA ofrece para mejorar los sistemas de salud y cómo podría transformar la atención al paciente y las operaciones hospitalarias en el futuro.
Puntos clave:
- El mayor reto al adoptar nuevas tecnologías no es la tecnología en sí, sino superar el miedo al riesgo y el fracaso en sectores conservadores como la salud.
- Interoperabilidad: Carlos menciona cómo, en Colombia, plataformas como MIPREZ están comenzando a conectar hospitales, un avance importante para optimizar el uso de datos en salud.
- La IA puede aliviar la carga operativa en los hospitales, liberando al personal médico de tareas administrativas para centrarse en el cuidado del paciente.
- Carlos resalta la necesidad de cambiar la mentalidad hacia una más abierta y colaborativa para impulsar la adopción de nuevas tecnologías.
- Ética y tecnología: Se discuten los desafíos éticos que surgen con el uso de IA en genómica y medicina personalizada, especialmente al manejar información sensible sobre la salud de los pacientes.
Conclusiones:
- La IA tiene un potencial transformador, pero su éxito depende de cómo sea adoptada, con un enfoque en la colaboración y superación de barreras culturales.
- La educación y la inversión en modelos innovadores son esenciales para avanzar en el uso de la IA en salud.
- Es necesario establecer límites éticos claros en el uso de IA, especialmente en áreas sensibles como la genómica y el acceso a datos personales.
- La adopción de nuevas tecnologías en salud debe enfocarse en mejorar la experiencia del paciente, optimizando tanto los diagnósticos como las operaciones hospitalarias.
Transcripción:
Laura Velásquez:
Bueno, Carlos, bienvenido a este episodio de podcast. Te cuento un poco sobre cómo nació AI Heroes. Surge de una necesidad puntual: nos dimos cuenta de que el mayor reto al adoptar nuevas tecnologías no está en la tecnología en sí, sino en comprender para qué sirve. Parte de la fricción se debe a que nos cuesta salir de nuestra zona de confort. Sin embargo, cuando escuchamos a otros que ya han pasado por este proceso, todo se vuelve más tangible y parece más real. Es como si dijéramos: "Esto sí puede ayudarme". Con esa intención nació AI Heroes, y hemos tenido conversaciones increíbles con personas maravillosas, como tú. Te invité porque tienes un historial impresionante en el ámbito de la salud. Admiro mucho lo que haces en Consultor Salud y el mensaje poderoso que llevas a quienes utilizan sus servicios. Lo viví en persona en el último evento al que asistí, donde sentí a la audiencia muy conectada con lo que estabas diciendo. Así que, ¡bienvenido!
Carlos Felipe Muñoz:
Muchas gracias, Laura, me siento muy halagado por tus palabras y también motivado por esta conversación. Te devuelvo el cumplido, ya que tu liderazgo como innovadora también está contagiando positivamente a nuestro sector.
Laura Velásquez:
¡Qué bien! Eso espero, porque a veces hay mucha resistencia. Pero bueno, vamos a conversar tranquilos. Antes de continuar, me gustaría que te presentes y a partir de ahí seguimos conversando.
Carlos Felipe Muñoz:
Claro, soy Carlos Felipe Muñoz, payanés de pura cepa. Estudié en un colegio marista, así que mi formación fue clásica. Luego estudié en una universidad pública, lo que me convierte en un "lanzapiedras" originalmente y luego en médico, aunque debo confesar que lo hice más por academia que por convicción. Con el tiempo, contrasté esa decisión inicial con mi deseo profundo de ser innovador y, eventualmente, empresario. Además, estoy felizmente casado desde hace más de 38 años con una mujer maravillosa, quien es mi guía y apoyo. Tenemos dos hijos que ya se han independizado y viven en el extranjero: uno en Suiza y la otra en Estados Unidos. Ya completé las etapas básicas de la vida y ahora estoy en una nueva etapa, queriendo volver a emprender, lo cual espero que podamos discutir más adelante.
Laura Velásquez:
Me encanta. Es poco común ver a alguien de la industria de la salud que quiera emprender, así que me parece fascinante. Para empezar, hoy salí muy frustrada de un panel en el que estuvimos hablando sobre la adopción de nuevas tecnologías como la inteligencia artificial. La gente muestra mucha resistencia y miedo. ¿Por qué crees que ocurre esto? Más allá del tema educativo, parece que hay otros factores que dificultan su adopción.
Carlos Felipe Muñoz:
Creo que es porque el sector en el que te mueves es muy tradicional y científico. Aunque ya mencionaste la educación como uno de los aspectos clave, esta sigue siendo muy clásica, basada en libros y estudios. En Colombia, apenas estamos evolucionando hacia un sistema informático con grandes bases de datos. Estas nos ofrecen oportunidades fantásticas, pero aún estamos en el proceso de adoptar y entender estos sistemas. La falta de inversión en modelos innovadores y la creencia errónea de que no somos capaces de arriesgarnos sin fracasar son obstáculos importantes. En otras regiones del mundo, es normal que un CEO haya fracasado varias veces antes de tener éxito. Sin embargo, en Latinoamérica, sentimos que la primera idea tiene que ser perfecta y que el fracaso es definitivo. Afortunadamente, hay una nueva generación en Colombia que está empujando fuerte y dispuesta a tomar riesgos.
Aquí tienes el resto de la transcripción mejorada:
Laura Velásquez:
Sí, yo también creo que es un tema de mentalidad. Lo he dicho varias veces en este podcast: siento que a veces las personas se dividen entre optimistas y pesimistas. Pero cuéntame un poco más sobre tu faceta de emprendedor. ¿Cómo surgió esa necesidad de pasar de la práctica clínica a un enfoque más de impacto?
Carlos Felipe Muñoz:
Es algo que muchos de nosotros, quienes también escribimos, experimentamos. Mi historia es casi autobiográfica, pero puede no aplicarse a todos. Fui médico y tuve mis primeras experiencias en el Pacífico caucano y nariñense, así como en el valle caucano, en lugares como Timbiquí y Guapi. Allí conocí comunidades de afrocolombianos e indígenas con culturas fascinantes que me enseñaron mucho. Como médicos, en ese entonces nos tocaba ser muy versátiles con pocos recursos, pero con una formación universitaria excelente. Esa experiencia me marcó profundamente. Luego, un profesor de salud familiar me invitó a colaborar en un proyecto en el volcán Puracé, una zona fría y diferente a la costa. Este proyecto fue uno de los cinco que sirvieron como base para la creación de la Ley 100, que establece el sistema de seguridad social en salud en Colombia. A partir de ahí, mi rol clínico comenzó a transformarse. Dejé la cirugía para adentrarme en el ámbito administrativo, lo que me llevó a pasar al "lado oscuro" de la transformación administrativa de los sistemas de salud laboral.
Laura Velásquez:
Y en todo ese recorrido, ¿cómo te ha ayudado la tecnología, sin hablar de inteligencia artificial aún? ¿Qué herramientas tecnológicas han sido clave para ti?
Carlos Felipe Muñoz:
Muchísimo, desde que comencé a recorrer tantos lugares de Colombia, he visto cómo la tecnología ha ido evolucionando. Aún persiste la obsolescencia tecnológica en muchos centros de salud. Todavía falta mucho, como la implementación de historias clínicas digitales portátiles o la aplicación de pruebas rápidas in situ, que ya son estándares en otras partes del mundo. Aquí seguimos sin avanzar en algunos aspectos clave.
Laura Velásquez:
¿Por qué crees que eso sigue sin pasar?
Carlos Felipe Muñoz:
Creo que tiene mucho que ver con el enfoque en el "urbanismo sectorial". Las migraciones internas, ya sea por motivos agrícolas o por la violencia, han afectado la epidemiología del país. Además, la conurbación sanitaria ha hecho que los médicos se concentren en las grandes ciudades, dejando las zonas rurales desatendidas. La falta de inversión y el saqueo político de los recursos también han afectado gravemente a los hospitales públicos, que en muchos municipios son monopólicos y ofrecen una atención de baja calidad con recursos tecnológicos limitados.
Laura Velásquez:
Es una lástima. Pero, a pesar de esas barreras, ¿crees que hoy en día existen soluciones tecnológicas que podrían cerrar esa brecha?
Carlos Felipe Muñoz:
Sí, sin duda. Hay muchas tecnologías disponibles y asequibles, pero lo importante es tener una plataforma tecnológica que sea capaz de contener y procesar la información de manera eficiente. Si acumulamos una cantidad de aplicaciones sin una retroalimentación adecuada, el sistema seguirá siendo ineficiente. Necesitamos que los sistemas sean interoperables y que hablen el mismo idioma, lo cual aún no hemos logrado en Colombia.
Laura Velásquez:
Falta mucho por hacer, definitivamente. Pero cuéntame más sobre el caso de interoperabilidad en Colombia, mencionaste algo sobre MIPREZ.
Carlos Felipe Muñoz:
Sí, MIPREZ es la herramienta que usamos para prescribir tecnologías no financiadas por el sistema de salud, y dentro de ella ya tenemos el primer bus de interoperabilidad en Colombia. Aunque es solo un componente pequeño, es un buen punto de partida. Además, hay otras arquitecturas territoriales interesantes, como en Cundinamarca y Antioquia, donde se han hecho avances en interoperabilidad gracias al apoyo político. En Cundinamarca, por ejemplo, el gobernador ha respaldado la interoperabilidad en los hospitales públicos y privados, lo cual es clave para el éxito de estos proyectos.
Laura Velásquez:
Es fascinante. Ahora, profundicemos en la inteligencia artificial. Aunque no te guste el término, ¿cómo crees que va a transformar el sistema de salud?
Carlos Felipe Muñoz:
La inteligencia artificial es como un tsunami. Va a transformar todos los sectores, nos guste o no. El sector salud es uno de los que más datos genera, pero actualmente estamos en una etapa temprana de procesamiento de esos datos. Mucha gente se enfoca en la predictividad, pero eso es solo el comienzo. La verdadera revolución llegará con el análisis genómico y el descubrimiento rápido de terapias innovadoras. La inteligencia artificial nos permitirá identificar conexiones y avances que antes eran inimaginables. Sin embargo, también enfrentaremos desafíos, como el costo de estos avances y la necesidad de conversaciones globales sobre qué podemos y queremos pagar.
Laura Velásquez:
Sí, es increíble cómo está cambiando todo. También mencionaste el tema de la genómica humana. ¿Has visto proyectos interesantes en este campo?
Carlos Felipe Muñoz:
Sí, he visitado varios proyectos aquí en Colombia. Aunque aún estamos en etapas básicas de genómica, ya es posible hacer análisis genómicos en Colombia por precios mucho más accesibles que hace unos años. Esto nos permitirá prever riesgos de enfermedades y ofrecer tratamientos más personalizados. En el futuro, la inteligencia artificial aplicada a la genómica nos permitirá procesar esa información de manera mucho más eficiente y descubrir nuevas terapias.
Laura Velásquez:
Es impresionante todo lo que se puede lograr. Me imagino que con ese nivel de tecnología, podremos predecir mucho más que solo enfermedades.
Carlos Felipe Muñoz:
Exacto. Pero también plantea preguntas éticas importantes. Si te haces un mapa genómico y descubres que padecerás una enfermedad incurable, eso podría cambiar radicalmente tu presente y tus decisiones futuras. Por eso, la ética es fundamental en este campo.
Laura Velásquez:
Sí, es un tema muy delicado. Hablábamos de eso en un evento en Ginebra, sobre la posibilidad de cambiar componentes genéticos en bebés para evitar enfermedades. ¿Hasta qué punto es ético hacerlo? La ética es subjetiva y depende mucho de la perspectiva de cada persona.
Carlos Felipe Muñoz:
Definitivamente. Somos humanos, con nuestras virtudes y defectos. La inteligencia artificial tendrá momentos en los que abordará nuestros mejores instintos, pero también será utilizada por nuestros peores impulsos. El desafío será establecer límites y regulaciones que guíen su uso hacia un bien común, aunque esos límites probablemente sean violados en algún momento.
Laura Velásquez:
Sí, siempre habrá una lucha entre lo bueno y lo malo. Pero también me emociona mucho el potencial que tiene para mejorar la vida de tantas personas. A veces, me pregunto hasta dónde nos llevará esta ola de innovación.
Carlos Felipe Muñoz:
Estoy de acuerdo. A pesar de todo, soy optimista. Creo que la inteligencia artificial puede traer muchos más beneficios que perjuicios, pero siempre será necesario establecer límites éticos claros.
Laura Velásquez:
Sí, eso es cierto. Aunque a veces, cuando estamos en nuestra "burbuja" tecnológica, es fácil olvidar que la mayoría de las personas no viven esa realidad. Solo una pequeña fracción de la población está inmersa en estos avances tecnológicos. Para muchos, la prioridad no es la inteligencia artificial, sino la supervivencia diaria.
Carlos Felipe Muñoz:
Exactamente, Laura. La mayoría de las personas no están preocupadas por la inteligencia artificial. Ellos están en modo supervivencia. Sin embargo, es nuestro deber como innovadores crear soluciones tecnológicas que, aunque no comprendan del todo, transformen positivamente sus vidas. Y es una labor que debe hacerse con alegría y pasión, porque si lo logramos, ellos recibirán los beneficios, aunque no sean conscientes de los esfuerzos que hacemos desde este lado.
Laura Velásquez:
Sí, y eso es lo que más me emociona: cómo la tecnología, incluso sin que las personas sepan cómo funciona, puede cambiar vidas de manera significativa. Te cuento algo que me dejó impresionada: leí un artículo en Nature sobre cómo, a través de la inteligencia artificial, están empezando a identificar patrones en los sonidos de los animales para intentar entender su "lenguaje". Aunque parece algo extraño, es fascinante pensar en lo que podría ser la normalidad en el futuro con la adopción masiva de herramientas como la IA. ¿Cómo ves ese futuro?
Carlos Felipe Muñoz:
Es un campo muy interesante, pero personalmente lo veo como un uso secundario de la inteligencia artificial. Creo que hay otras áreas prioritarias en las que debemos enfocar nuestros esfuerzos y recursos. Por ejemplo, en salud, la inteligencia artificial ya está automatizando y optimizando muchos procesos, y eso va a cambiar radicalmente la empleabilidad, la movilidad y la dinámica laboral de los seres humanos. Con la IA y la robótica, muchas de las tareas automatizables van a desaparecer. Y eso plantea preguntas importantes sobre el futuro de la empleabilidad y sobre la necesidad de un ingreso o salario universal.
Laura Velásquez:
¿De verdad crees que será así? Yo tengo una postura un poco más neutral. Es verdad que algunos trabajos desaparecerán, pero también creo que la IA permitirá la creación de nuevos empleos y transformará otros. Lo vimos con el internet: muchos pensaban que eliminaría empleos, pero simplemente creó nuevas oportunidades. Por ejemplo, en el caso de los diseñadores gráficos, ahora son más demandados que nunca gracias a herramientas de IA que mejoran su trabajo.
Carlos Felipe Muñoz:
Tengo mis dudas. Es cierto que las nuevas generaciones, como la tuya, nacen en un ecosistema donde coexisten con la inteligencia artificial y probablemente co-crearán sus propias fuentes de ingreso. Pero las personas mayores de 40 años, por ejemplo, que se queden sin empleo debido a la automatización, no tendrán la misma facilidad para adaptarse o recolocarse. Claro, hay herramientas y libros como El Almanaque de Naval Ravikant, que habla de aprender un nuevo conocimiento en nueve meses y enriquecerse con él. Pero no todos tendrán la capacidad o las oportunidades de hacer esa transición. Los ciclos de aprendizaje se están acortando, y la clave será adaptarse constantemente a este nuevo paradigma.
Laura Velásquez:
Totalmente de acuerdo. Es algo que ya está ocurriendo en la educación. Las universidades están pasando de ofrecer carreras tradicionales a certificar competencias. Si no se reinventan rápido, las universidades van a quedar obsoletas. El conocimiento está evolucionando tan rápido que los profesionales del futuro necesitarán adaptarse constantemente para no quedarse atrás.
Carlos Felipe Muñoz:
Así es. Las universidades deben transformarse. También me parece fascinante cómo la tecnología ya está cambiando la forma en que reclutamos talento. Hoy en día, plataformas automatizadas filtran candidatos, evalúan si los salarios son adecuados, organizan entrevistas y hasta califican a los postulantes. En Asia, por ejemplo, la evolución tecnológica está mucho más avanzada. Estuve en Seúl en una feria de tecnología y visité algunos hospitales. Fue una experiencia reveladora. Los hospitales en Asia están muy enfocados en la prevención, algo que en Colombia aún estamos lejos de alcanzar. Por ejemplo, en Corea del Sur, para poder trabajar, debes presentar una colonoscopia y endoscopia anualmente como parte de su modelo preventivo.
Laura Velásquez:
Es increíble todo lo que hacen en esos países. Yo voy a ir pronto a Seúl para aprender más sobre esos avances. También me impresionó mucho lo que vi en Singapur: allá las personas con obesidad pagan más impuestos, porque le cuestan más al sistema de salud.
Carlos Felipe Muñoz:
Sí, aunque ese tipo de medidas puede percibirse como discriminatorias, también tiene su lógica. De hecho, se ha discutido en muchos lugares si los fumadores, por ejemplo, deberían pagar más impuestos debido al alto costo que representan para los sistemas de salud.
Laura Velásquez:
Es un tema complejo. Creo que, como mencionaste, es necesario tener conversaciones profundas como país para decidir cómo vamos a manejar estos temas. En Colombia, aún estamos lejos de poder tener esas discusiones de manera madura.
Carlos Felipe Muñoz:
Exacto. Aquí preferimos no enfrentar la realidad y seguimos pensando que con el poco dinero que tenemos podemos garantizar todos los derechos de salud que hemos creado. Es una discusión inmadura que necesita urgentemente ser abordada.
Laura Velásquez:
Carlos, podríamos seguir hablando por horas, pero para cerrar, siempre hago esta pregunta: ¿qué es la inteligencia artificial para ti, en pocas palabras, más allá del análisis de datos?
Carlos Felipe Muñoz:
La inteligencia artificial, en su esencia más pura, es una herramienta transformadora, no solo para el análisis de datos, sino para cambiar la condición humana. Nos permitirá pasar de una situación de enfermedad a una de bienestar. Pero, como cualquier herramienta poderosa, dependerá de cómo decidamos utilizarla. Tiene el potencial de mejorar vidas, pero también puede traer grandes desafíos éticos y sociales.